¿Cuál fue el último post de un blog que te leíste de arriba a bajo sin que te supusiera un esfuerzo?
Tengo que reconocer que yo soy de las que, cuando veo un post, leo las primeras palabras y si no me resulta realmente atractivo el texto, termino abandonando la página. Como mucho, realizo un rastreo de palabras a lo largo del texto para saber si puede haber algo que pueda interesarme.
¿Te pasa a ti también?
Sin embargo, si un lector llega a tu blog, ya has dado un gran paso. Algo has escrito que ha captado su atención.
Pero déjame que te de una mala noticia.
De poco sirve que tu público aterrice en tu web, si luego se larga a la primera de cambio.
Para conocer cuál es el comportamiento de tus lectores puedes consultar la tasa de rebote, información que encontrarás en las estadísticas que te proporciona Google Analytics. La tasa de rebote te indica qué tanto por ciento de las personas que llegan a tu web se van a los pocos segundos. Este dato, por lo tanto, debería ser lo más bajo posible.
Porque no solo te interesa que tu público llegue a tu blog, sino que también necesitas que lean hasta el final lo que has escrito.
Nuestros posts tienen un objetivo: mostrar tus conocimientos o tu opinión punto de vista sobre un tema en concreto. Pero también debe tener la finalidad de que estos lectores realicen acciones relevantes para tu negocio como, por ejemplo, seguir leyendo en tu blog, suscribirse a tu boletín, apuntarse a un webinar… Y estas acciones las realizarán si llegan al final del post. Son las llamadas a la acción.
Para conseguir que esto ocurra, ten en cuenta estos tips cuando escribas tus textos:
1- Define el objetivo del texto:
Determinar la finalidad que tiene un escrito te ayuda a concretar, por ejemplo, el número de palabras que debe tener.
Un texto corto te puede servir para plasmar una información práctica y sencilla o compartir una opinión que te ayude a transmitir tu branding personal.
En cambio, un post de consulta de más de 7000 palabras, tienen como objetivo posicionarte como experta en un tema.
Para definir un objetivo hazte las las siguientes preguntas:
- ¿Qué información quiero que descubran?
- ¿Qué deseo que sepan de mí?
- ¿Qué quiero que hagan?
2- Mantener el interés.
Tus lectores han llegado a tu blog, lo que significa que ya has dado un paso importante.
Con el títulos del post y las primeras líneas has captado su atención y despertado su interés. Pero como ya te he comentado, no es suficiente.
Para mantener el interés en la lectura es necesario poner en práctica recursos que eviten que el lector se aburra, como el storytelling, el humor o el uso de metáforas que ayuden a explicar un concepto.
3- Da información precisa
Tu lector está invirtiendo parte de su tiempo al leerte. Si percibe en tu texto paja, se activará una alerta : “Estoy perdiendo el tiempo”. Algo que hay que evitar a toda costa.
Así que, no te vayas por las ramas. Da información relevante para tu público y busca formas de expresarte claras y precisas.
Para conseguir este efecto en tus textos, el proceso de revisión es fundamental: lee y relee cada uno de los párrafos y pregúntate:
- ¿Esta información es relevante?
- ¿Hay alguna otra forma de expresarla con más claridad?
4- Usa un redacción atractiva
Hay textos que cargan, simplemente. Párrafos que no terminan nunca, frases subordinadas en las que perderse… Simplifica la lectura para que tu lector no se despiste. Si tiene que leer dos veces la misma frase, lo has perdido.
Así que, cuando escribas, ten en cuenta estos 3 tips:
- Idea por párrafo
- Párrafos poco extensos
- Alterna frases cortas con largas
5- Agiliza la lectura con la edición del texto
Puedes ayudar a tu público a comprender la información de tu post con facilidad usando recursos como:
- Títulos y subtítulos que le permitan estructurar la información
- Palabras en negrita para destacar conceptos importantes. Esto ayuda a que pueda escanear el texto y decida si le interesa.
- Viñetas y listas para poner orden el contenido que compartes.
6- Añade imágenes acordes al texto
Las imágenes aportan ligereza visual si cumplen estos requisitos:
- Que sean acordes al texto.
- Que sean visualmente atractivas y ligeras (prioriza los colores claros)
- Deja espacio entre las imágenes y el texto para dar aire al texto.
Y si has llegado hasta aquí, es que he cumplido con mi propósito usando los recursos que comparto en este post. Sin embargo, si termino mi escrito aquí y no te ofrezco más información, pierdo una oportunidad única. Ahora me toca colocar la guinda al pastel y aprovechar el interés que he despertado en ti.
¿Quieres saber qué es?
Pues hacerte una propuesta que te permita seguir pensando en las ideas que he compartido contigo en este texto: la conocida llamada a la acción.
Así que, ahí va.
¿Quieres que revisemos juntas un post de tu blog?
Puedo ayudarte a identificar los puntos de mejora para que aprendas a crear textos que se lean de arriba a bajo.
¿Te apetece?
Pide ahora una sesión de descubrimiento totalmente gratuita pinchando en el siguiente enlace: http://bit.ly/2K5Oanl
Laia Simón Martín, directora en Conversaciones que venden