Puedes escribir el copy de una página de ventas de los servicios de una abogada aunque tú no tengas ni idea de leyes. 

A priori te puede parecer imposible redactar los beneficios de un servicio que desconoces. Sin embargo, esta es una de las tareas que realiza una asistente virtual especializada en copywriting. 

Y es que el principal reto al que se enfrenta un copywriter es, precisamente, escribir sobre productos o servicios que desconoce o no le son familiares, lograr que los textos capten la atención de potenciales clientes y se active su deseo de compra. 

Porque redactar textos enfocados a la venta no es dar tu opinión sobre un negocio y escribir con palabras bonitas. De hecho, el trabajo de un copywriter tiene más de investigador que de escritor. 

Para empezar, ¿qué es un copywriter?

Voy a decirte lo que NO es un copywriter. 

Un copywriter no es un escritor. Ni tan solo es un redactor de contenido. 

Estas dos profesiones están relacionadas con el entretenimiento la primera y la transmisión de información la segunda. 

El copywriter está especializado en persuadir. En conseguir que, después de leer un texto, el lector realice una acción concreta: 

• responder con un comentario, 
• rellenar una encuesta, 
• suscribirse a un boletín 
• o comprar un producto o servicio. 

Los copywriters se caracterizan por ser personas tremendamente empáticas, observadoras y capaces de eliminar sus propios juicios para entender cómo funcionan los pensamientos y sentimientos de un potencial cliente. 

Y cuando un copywriter empieza un nuevo proyecto de escritura debe preparar el terreno y centrar toda su atención en la persona a la que va dirigido el texto que se dispone a escribir. 

¿Pero cómo empezar ese trabajo de escritura cuando se trata de hablar de productos y servicios que no son los tuyos propios?

Lee mucho, escribe al final.

Un buen copywriter invierte el 70% de su trabajo en investigar, un 20% en escribir y un 10% en revisar su trabajo. Así que, el secreto para poder escribir textos para tu cliente es, precisamente, olvidarte de que tu objetivo es escribir. 

Primero necesitas empaparte de información. 

En el proceso de investigación inicial es dónde encontrarás la clave para poder entender qué quiere transmitir tu cliente y qué necesitan leer sus potenciales clientes para que ese texto sea eficaz y convierta más (consiga más clientes, hablando claro). 

De hecho, las técnicas de copy hacen que llegues a conocer mucho mejor que tu cliente su propio negocio. 

Porque un buen copywriter es capaz de analizar todo lo que configura un negocio y dar con aquello que lo hace especial y diferente de los demás y transmitirlo en los textos que escribe. Es decir, sabe captar cuál es su propuesta única de valor. 

Un copy dará con la propuesta de valor de un negocio y la plasmará en los textos. 

“Sabía que algo le faltaba a mi mensaje. Nunca había caído en la cuenta de que esta palabra es la que vertebra todo mi negocio”. 

Esto es lo que me dijo una de mis clientas después de una de las reuniones que hicimos al iniciar el proceso de creación del copy de su web. 

Compartir información importante y contar una buena historia son dos aspectos cruciales para conseguir que un texto capte la atención y sea interesante para el lector. Pero si quieres que ese texto haga destacar un negocio, necesitas que también transmita lo que le hace especial y lo diferencia de otros. 

Por esta razón, durante durante la fase inicial de la creación de un copy, hay una serie de tareas que necesitas realizar que te ayudarán a adentrarte y conocer en profundidad el negocio de tu cliente. 

La fase de investigación, clave para un copy eficaz. 

Estos son los pasos que yo sigo cuando una clienta se pone en contacto conmigo para crear el copy, tanto si se trata de los textos para una web completa como si se trata de una página de ventas. 

Primer contacto

Una primera reunión informal o intercambio de mensajes para saber qué es lo que necesita. En esta reunión el cliente recibe varios documentos que debe rellenar relacionados con el negocio y el trabajo solicitado. 

Se trata de información que a veces queda incompleta o poco precisa. Por eso, en la gran mayoría de casos hace falta una segunda reunión. 

Reunión con el cliente

Una vez leídos y analizados los documentos, realizamos una reunión formal para aclarar todos los cabos que han quedado sueltos. 

El objetivo de esta reunión es comprobar que entiendo bien lo que quiere transmitir y en qué consiste la idea que desea vender. 

Estudio del cliente ideal y de la competencia. 

Aquí empieza mi trabajo realmente. 

Analizar la información proporcionada por el cliente no siempre es suficiente. En la mayoría de casos toca hacer un análisis que me permita comprender a la perfección cuáles son los puntos de dolor y deseo de los usuarios de mi cliente y cómo puede destacar su negocio de la competencia. 

Esta es la parte que no se ve, pero la clave para poder empezar a escribir unos textos persuasivos que conviertan más y mejor. 

Redacción y revisión

Y finalmente, cuando ya se tiene claro el qué y el cómo, empieza el proceso de redacción. 

Normalmente empiezo con un esquema con ideas clave. Luego, creo un primer borrador. 

Personalmente me gusta hacer reposar los textos un par de días, leerlos en voz alta o incluso compartirlos con otra persona. Esto me permite revisar y retocar lo que creo conveniente antes de dar el último paso. 

Entrega de los textos y modificación. 

Hay quién entrega los textos sin más. Está bien. Sin embargo, a mí me gusta reunirme con mi cliente para explicarle el enfoque y el porqué de cada uno de los párrafos que he escrito. 

En esta reunión intento asegurarme de que mi cliente se identifique con lo que he escrito y, en ocasiones, aprovecho para modificar alguna palabra o expresión que no termina de encajar. 

Y, aunque en la reunión de entrega el cliente ya puede ver si los textos van a ser los definitivos o no, me gusta que pueda asimilarlos durante una semana. Desde mi punto de vista es una forma de que mi cliente sienta que esos texto le representan y quede completamente satisfecho. 

¿Has escrito los textos para algún cliente? ¿Te gustaría incluir este trabajo en tus servicios como asistente virtual?