Hace 3 años inicié mi negocio como asesora de educación y crianza respetuosa. En este tiempo, he estado en contacto con cientos de madres que han compartido conmigo sus dificultades y preocupaciones.
El pilar fundamental de mi trabajo ha consistido en escuchar y comprender sin juicios lo que vivían mis clientas. Sin embargo, lo más interesante de esta faceta profesional de mi vida, ha sido descubrir que la comunicación empática que usaba para acompañar a estas mujeres me estaba facilitando conectar emocionalmente con mi público y articular mensajes de venta mucho más eficaces.
Y es que vender implica ponerte en la piel de tu cliente ideal. Y para ello, es necesaria una gran dosis de empatía. Una de las claves de éxito de mi emprendimiento.
Claves de la comunicación empática que te ayudarán a hacer crecer tu negocio
1- Tu conocimiento no es suficiente
Es fácil decirle a tu cliente lo que tiene que hacer para solucionar su problema o alcanzar su deseo. Tú tienes el conocimiento y parece que esto tenga que ser suficiente para que confíe en ti.
Sin embargo, este suele ser uno de los errores más habituales que cometemos a la hora de vender. Porque antes de ofrecer una solución, debemos demostrar que conocemos el problema.
2- Descubre el problema
Hablar de las dificultades que vive tu cliente es el primer paso para demostrar que puede confiar en ti. Sabes a qué se enfrenta, qué baches tiene que superar o qué le gustaría conseguir.
Aunque, en ocasiones, dar con las experiencias por las que pasa tu público implica investigar y preguntar. Toda información será bienvenida para conocerlo con detalle.
3- Identifica el deseo más profundo.
Las emociones hacen mover al ser humano. Detrás de una acción hay un deseo activo que lo lleva a tomar decisiones.
¿Qué le lleva a desear? ¿Qué le empuja a sentir miedo?
Descúbrelo. Es la clave para comprenderlo y conocer el por qué de sus acciones.
4- Muestra empatía.
Lo habrás escuchado mil veces, y yo te la repito una más. Es imprescindible que tu público se sienta comprendido.
Y para conseguirlo, es necesario que aprendas a ponerte en tu piel y mostrar empatía.
5-Anticípate a las objeciones
Siempre hay un “pero” que frena a tu cliente a llevar a cabo una acción. Esa objeción también está movida por las emociones y conocerlas te va a ayudar anticiparte a ellas.
Ofrece soluciones a todas las barreras que puedan aparecer, incluso antes de que tus clientes las nombren.
6- Respeta el tempo
Y aquí llega mi preferida, la que pocas veces se nombra.
Una persona no siempre está preparada para dar el paso que tú le estás ofreciendo. Y, en nuestro afán por vender, se nos olvida y seguimos insistiendo.
Por muy clara que veas la solución, es tu cliente quien tiene que estar convencido.
Cuando esto ocurra, no tengas prisa. Probablemente hayas plantado la semilla y obtengas el fruto más adelante.
Los seis puntos que he compartido contigo son parte de mi día a día como asesora de maternidad. No es marketing, es trato humano.
Éstos han sido, para mí, la clave para vender con naturalidad mis productos y servicios.
Se trata de ser tú misma, pero también cercana y profesional.
Y tú, ¿te sientes cómoda ofreciendo tus productos y servicios? ¿Te gustaría vender al mundo sin sentir que estás, precisamente, vendiendo?