Admiro a los actores y actrices. Siempre me ha fascinado la habilidad que tienen a la hora de representar un papel de alguien que puede llegar a ser completamente diferente.
Hace un par de días, por casualidades de la vida, llegó a mí un artículo sobre el Método Stanislavski. Se trata de un sistema que usan los artistas para meterse en la piel de los personajes que interpretan. Y al leerlo me di cuenta de que los pasos que siguen son parecidos a lo que llevamos a cabo las emprendedoras cuando queremos crear a nuestro cliente ideal.
Conocer a nuestro público potencial, comprenderlo y saber ponernos en su piel es uno de lo pilares más importantes de nuestro negocio. Solo así conseguimos enviar un mensaje que conecte emocionalmente y genere la confianza suficiente para obtener conversiones. Es decir, vender.
Hoy quiero compartir las 3 ideas principales del Método de Stanislavski y cómo puedes aplicarlas a tu emprendimiento.
Motivación
Toda acción, palabra o reacción de una persona tiene un porqué. Y es necesario analizar estas acciones para comprenderlo.
¿Por qué responde a esta pregunta? ¿Por qué explica esta experiencia? ¿Por qué participa en este grupo? ¿Por qué hace esta consulta?
Observación
Para comprender las reacciones, en primer lugar, debes observarlas. Estudiar minucionamente las reacciones de alguien te permite descubrir sus gustos, deseos, miedos, preocupaciones, inquietudes…
Toda esta información es de gran valor cuando porque tu objetivo es ver el mundo con los ojos de tu cliente ideal. En el fondo, estás interpretando su papel.
Memoria emocional
Sentir las mismas emociones que el personaje, experimentar las mismas vivencias (o similares). Querer y desear como él lo hace. La idea es partir de tu propia experiencia emocional para grabar en tu memoria cómo es experimentar la vida de esa persona.
En tu emprendimiento, las emociones que se activan en tu cliente ideal son clave para captar su atención y despertar interés en él.
Como ves, interpretar el papel de un personaje es similar a ponerse en la piel de la persona que va a comprar tus productos o servicios. Para empezar, te invito a que te hagas una serie de preguntas que pueden ayudarte a representar ese papel.
Respóndelas con calma. Son la clave para que tu público potencial se sienta identificado con el mensaje de tu negocio.
- ¿Quién soy?
- ¿Qué es lo que me está pasando ahora?
- ¿Cuál es mi gran deseo, mi meta?
- ¿Por qué quiero alcanzarla? ¿Cómo me quiero sentir?
- ¿Qué bloqueo estoy teniendo para conseguirlo?
- ¿Cómo me planteo salvar ese obstáculo?
- ¿Cómo me voy a sentir cuando lo consiga?
Laia Simón Martín, director de Conversaciones que venden